martes, 27 de enero de 2009

Amanecer



Siento un hormigueo que recorre todo mi cuerpo. Es un leve cosquilleo, apenas consciente de él, es muy suave y delicado. Leves sonidos comienzan a aparecer de fondo. Todo parece tranquilo. Tras la oscuridad se deja ver un suave atisbo de claridad que saluda con timidez desde la lejanía. Vagas siluetas se asoman desde la claridad para dar la bienvenida.

La claridad se hace mayor y absorbe el abrigo tejido por la oscuridad de la noche. Las siluetas se concretan. La silla, la mesa, la ropa de anoche...

Todo está igual que al final, pero este es el comienzo.