Los árboles cerraban el camino que seguía por delante. Hacia tiempo que solo veía árboles y plantas a mi alrededor sin poder ver nada, ni sol, ni estrellas, ni luna, ni un Mc Donald's. Con un mellado machete iba talando esa densa maleza que me entorpecía el camino para tratar de avanzar.
Sorpresa la mía cuando descubro que al otro lado de unos árboles se oye una cascada. Con decisión y machete en mano me abro camino hacia la sonora fuente que me espera. Más sorprendido aún, véase extasiado, me quedo al comprobar la certeza de mi suposición.
Mas la sorpresa se incremento pasando a quedar perplejo al reconocer ahí la catarata de la que partí. Entonces descubrí que me extravié al reconocer lo que ya había pasado.